Soul of music.


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astrid.rhys.jones@hotmail.com

miércoles, 30 de junio de 2010

No medito, sueño

-Parece que estés meditando-Me dice Kira tumbada en la toalla.

Estoy sentada sobre la mía, la brisa del mar mueve mi pelo alborotado y el sol de la tarde se ensaña conmigo obligándome a cerrar los ojos. Los abro y le sonrío.

-Es que me gusta esto, me gusta venir a la playa.

Sonríe y sigue leyendo su revista. Le he mentido pero es que era una explicación más sencilla. No es que adore la playa; adoro el mar, por eso me pongo de frente a él. Es bravo, es pacífico. Es inmenso cuando parece pequeño, y está lleno de vida. Es misterioso, no puedo ver su final; y eso me permite soñar. Soñar con que al otro lado hay algo esperándome. O alguien. Alguien que quizás, como yo, sueña con un mundo por descubrir.

Tiritas y agua oxigenada

Me siento a tomar el café y pienso en el día de ayer. Lo pasé con Ela. Tuvimos mucha charla, risas y algún que otro lloro. La han herido, pero doesn´t matter porque sé que pronto volverá a estar bien. Ella es fuerte, ella es pura energía, ella es simplemente... Ela.

Ahora duele, las heridas siempre lo hacen. Y más dolerá cuando toque curarla con agua oxigenada para no dejar que se infecte. Pero todo acaba por curar y cicatrizar ¡y en ocasiones ni siquiera quedan marcas!

Pero me duele tanto verla así, me duele tanto no poder hacer nada para ayudarla. Si ella quisiera, yo lo daría todo por ella, porque ella es todo. Son muchos años ya, muchos años entendiéndonos, desentendiéndonos, odiándonos y queriéndonos. Sobre todo eso, queriéndonos.

Es mi apoyo, mi esperanza, mi luz cuando no sé qué hacer. Soy su osito, la loca que hace que ponga los ojos en blanco, la que puede (¡jodeos chicos!) quedarse dormida encima de su pecho.

Si llora, muero. Si ríe, resucito. Sé que, pronto, todo esto pasará y ella volverá a ser la de siempre. Pero mientras tanto, sabe que yo seguiré aquí con vendas y tiritas para curarla y hacer que duela menos.

Ela, aquí Astrid. Estés donde estés, estoy contigo.

martes, 29 de junio de 2010

Recuperando alguno y echando a patadas a otro

Y se aplica a todo, TODO. Pero eso es algo que mi ex no entiende. Cuanto más paso de él, más se empeña en intentar que quedemos. Agg, que ascazo. Dice que no me entiende (bienvenido al club) y que cree que deberíamos quedar para hablar. WHAT? ¿Para hablar como la última vez? No, thanks. Esa noche no hablamos, él habló. De todo lo que le dio la gana menos sobre nosotros, no soy una marioneta para aumentar su ego y narcisismo, coño. Que se busque una muñeca inchable.

Pero no todo es malo, y es que estoy recuperando a David. Sabía que una amistad así tenía que mantenerse, lo malo es que se va fuera y no voy a poder estar demasiado con él pero ¡lo espero en agosto!

Además de la perfecta noche que tuve con Edgar... Esta vez incluso ya no parecía (tan) tonto.

¿Por qué no pueden ser todos los hombres tan simples como Edgar o David? Sencillos, transparentes, sinceros con lo que quieren. Ojalá mi ex tomara nota.

lunes, 28 de junio de 2010

Cerrado por reformas

-Lo tengo cerrado por reformas.

-¿El qué? ¿El blog?

-Eso también. Mon coeur...

sábado, 26 de junio de 2010

Lo absurdo del corazón

Él me quiere. Yo... ¿yo le quiero? Sí, creo que sí. Pero hay demasiadas heridas sin cerrar, mi caida de ojos no tiene ningún efecto en él y a mí ya no me tiemblan [tanto] las piernas cuando lo veo; y por encima de todo, el amor se nos ha quedado pequeño. Ya no es suficiente. En realidad, creo que nunca lo fue. Así que no vuelvas ahora, no vuelvas por favor.

jueves, 24 de junio de 2010

Mi frío corazón

Es la noche de San Juan. Una noche especial, mágica; se supone. ¿Lo ha sido realmente?

El nudo del estómago me disuadió de beber, quizás fue una señal. Así que me coloqué con Yara a base de porros. Sentía que volaba... hasta que me estrellé. Contra él. Contra el único que conseguía que me temblaran las piernas, contra el amor de mi vida, contra el tío que más dolor y felicidad me ha causado en la vida, contra el tío del que había dicho que me olvidaría.

Quería pensar que era fuerte, que podía resistirme, que podía decirle: "¡sal de mi vida cabrón!" Pero no. Demasiados años, demasiadas cosas vividas junto a él. Solo conseguí mantenerme seria y darle a entender lo mucho que puede joder que una persona tarde semana y media en contestarte un maldito mensaje.

¿Tienes que ser así de fría? Pregunta. Y a mí se me rompe el alma en pedazos todavía más pequeños, y me río. Por no llorar, claro. ¿Yo fría? Bah no, solo se me congeló el corazón de esperarte.

Se puso a discutir con Ela sobre el tema. Yo pasé y seguí con Yara. No quería acercarme a él, por si acaso.

Miradas cruzadas. Su grupo se iba, el mío se quedaba. Hizo amago de llamar a alguien en mi dirección, y yo justo me di la vuelta para mirar hacia allí. Casi chocamos, otra vez. Me miró, abrió la boca olvidándose de a quién iba a llamar, y me dijo si quería que quedáramos hoy.

No. Lo siento, estoy ocupada.-Le digo.

Me mira con resignación.

-¡Es verdad!-Me defiendo.

-Vale, vale-Dice lléndose.

Era verdad. Voy a estar ocupada el resto de mi vida; y es que todavía debo reunir los millones de pedazos de mi corazón roto y tratar de descongelarlo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Un presente vive siempre en el recuerdo, una flor se marchita

-No me gustan las flores.

-¿No? ¿Y eso?

-No sé, nunca me han gustado. No van conmigo.

En realidad si sé por qué no me gustan. Son frágiles, se secan al poco tiempo; y si son rosas, encima pinchan.

Prefiero palabras, caricias. No un recuerdo ni un símbolo de un amor, una amistad,... Sino un presente de todos ellos. Vale miles de veces más, y el recuerdo perdura en la mermoria por siempre.

Por eso, regálame un beso, una sonrisa, una caricia, un saludo, un cigarrillo cuando veas que voy a morderme las uñas. Pero nunca flores, nunca algo que acaba muriendo.

martes, 22 de junio de 2010

El cigarrillo incriminatorio

El Morrison está a tope. Hace un calor insufrible, pero la bebida con hielo entra mejor así. Rebeca llega tarde, el tráfico es horrible. Localiza a Ana y Reneé en la mesa de siempre, por lo visto el resto no han podido venir. Ya han pedido por ella, lo de siempre.

Se deja caer en la silla y suspira. Reneé la sonríe, ella evita su mirada buscando en el bolso el paquete de cigarrillos. Lo encuentra y prende uno.

-Pero si tú no fumabas-Se escandaliza Ana.

-Uno de vez en cuando tampoco hace mal...

-Ya claro. Así empezó Reneé...-Enarca Ana una ceja señalando a la aludida.

-¡Eh! Venga, sabéis que a mí la costumbre me la pegó Aarón y ahora no he podido dejarlo...

Rebeca pega un trago a su copa para no tener que decir nada. Ana mira más allá de la mesa, de repente se pone seria.

-Hablando del rey de Roma...

Reneé y Rebeca se dan la vuelta hacia la puerta. Ahí está él. Aarón. Con sus levy´s rotos y una camiseta, igual de guapo que siempre. Rodeado de amigos. Se ríe del chiste de alguno, hasta que Javi le señala con un movimiento de cabeza la mesa de las chicas, atentas a ellos.

Bruscamente mira hacia ellas, se sonroja. Ve a Rebeca y luego a Reneé, preciosa como siempre. Las mira alternativamente. Rebeca está hipnotizada mirándolo, Reneé siente que algo más extraño que una simple ruptura ocurre ahí.

La chica mira a Rebeca hipnotizada que está a su derecha. Mira el paquete de cigarrillos de Marlboro sobre la mesa. Y de repente, empieza a atar cabos...

Mi cocina, mi café

Está preparando café en la cocina. Para mí, él no bebe café. Eso me sulfura. No el echo de que no lo beba, sino que me lo prepare a mí. Solo yo sé hacerlo como a mí me gusta. Se da la vuelta y enarca una ceja.

-¿A qué hora llegaste ayer? Ni te vi cuando llegué yo de madrugada...

-Pues la verdad es que no lo sé.

-¡¿Cómo que no lo sabes?!

-¡No! ¡No lo sé! ¡Llegué fumada y tus ronquidos no me dejaban ver la hora en el reloj!

Y salgo con la barbilla alta, mientras me mira boquiabierto. Una salida triunfal. Llego a mi habitación y me río. Sí, el olor del café por las mañanas me vuelve loca.

Viajes sin retorno

-Pórtate bien.

-¿Y ahora qué he hecho?

-¡Nada! Tú nunca haces nada. Ése es el problema.-Ana se levanta furiosa. Sí, definitivamente Rick estaba raro. Se había puesto su minifalda más sexy y él ni siquiera había intentado meterle mano. Ana se fue dando un portazo.

Sonó el móvil de Rick.

-¿Sí?

...

-Sí, ya me lo han dado. De lo mejorcito. Ahora que ésta acaba de irse quizás me meta un par más.-Sonrió mientras sacaba su bolsita de la felicidad, de polvito blanco.-Tranquilo, ya sabes que yo controlo.

Colgó sin dar tiempo a replicar a Aarón. Qué sabría él que no había ido más allá de un simple porro, quizás debería enchufarse un par para olvidar a Reneé. No, no le vendría mal; pensó mientras preparaba su viaje a la felicidad temporal. Sin darse cuenta de que arruinaba su felicidad permanente. Pobre Rick, pobre Ana.

domingo, 20 de junio de 2010

Bendito Karma

Lo mucho que da de si una charla entre chicas, algo para beber y un par de cigarrillos.

Era inevitable que por un momento no saliera a relucir mi mal de amores. Y por qué no, también toda mi vida amorosa. Total, que hacemos un análisis completo. Y recuerdo a mi juguetito olvidado. Y como estamos de confidencias pues lo digo.

-¿Sabéis con quién me apetece liarme ahora mismo? Con Edgar.

Se ríen. Soy una reincidente en cuanto a hombres. Me divierten y cuando me cansan... al baúl de los juguetes, hasta que vuelvo a acordarme de ellos.

Juré que a Edgar no volvería a sacarlo por inmadurez mental... pero es que la parte física la cubre de sobra y seamos sinceras... ¿hay alguno mentalmente maduro? Pues eso. Además como dice Abi: un clavo saca a otro clavo. Afrika no está de acuerdo pero opina que un poco de diversión no hace mal a nadie. Y Ela, Ela simplemente se ríe.

Y deben de ser cosas del Karma que tres horas más tarde él oportunamente decida hablar conmigo por el correo. Sonrío, esto ya es pan comido. Así que le sigo el rollo y el tío pues se alegra, ya hace tiempo que lleva intentándolo.

Pero no me quedo satisfecha, ¡yo no quiero una noche! ¡Yo quiero mil y una! No una relación, of course. Pero quiero mi juguete disponible siempre que quiera. Así que se lo digo, y él no llega a entender del todo lo que quiero. Normal, ni siquiera yo lo tengo claro. Pero se lo explico más o menos y es entonces, en el momento en el que me dice que "lo que yo quiera" cuando me doy cuenta de que lo tengo agarrado por los huevos (¡yujuu!).

Pronto nos veremos. Ya se verá como va la cosa. Ya se verá si lo mantengo como muñeco favorito o acaba de nuevo en el baúl. No tengo nada que perder, y divertirme seguro que me voy a divertir.

Ha debido de ser en recompensa a la santa paciencia que tengo últimamente con todo el mundo. Me encanta el Karma.

viernes, 18 de junio de 2010

Everything is alright? No, but everithing IS GOING TO BE alright!

Suena Riding Solo de Jason Derulo. Me balanceo al ritmo sentada en mi sillón mientras deslizo las manos por el teclado. El ticlití de las teclas mientras voy escribiendo me resulta mas placentero que nunca.

No creo en dioses, divinidades y demás. Supongo que por eso decir que estoy "tocada por la diosa" es inapropiado, supongo que basta con que diga que debo de tener suerte en esta vida. Sí, y mucha.

Me han roto el alma en miles de pedazos. La gente me pregunta qué tal estoy; no saben nada of course. Pero sonrío y les digo que bien. Que todo está bien.

Vale y quizás sea mentira. Pero solo a medias. Al fin y al cabo todo va a estar bien, muy pronto.

Miro por la ventana, después de días y días, el sol vuelve a brillar. Tengo mi falda más mona esperando a que me la ponga,a mis amigas dispuestas a irse de fiesta y ninguna preocupación a parte de qué zapatos ponerme.

Sonrío y me río. Tarareo la canción. Definitivamente, todo va a estar bien.

jueves, 17 de junio de 2010

A ver cómo te lo digo...

¿Qué mierdas tienes tú en la cabeza? ¡Ahora no vuelvas a aparecer! ¡No! No hay excusas, no valen lamentos. No me lo creo ni yo, pero por primera vez te voy a tener que decir que no. Mejor, no te voy a decir nada. Eso es lo que vas a recibir: silencio. Al fin y al cabo es lo que te mereces. ¿O no?

Pídeme que sea tu amiga, y lo seré encantada. Pídeme que me vaya de fiesta contigo y seguro que nos divertiremos. Pídeme que te escuche, y no habrá nadie que lo haga mejor. Pero no puedes pedirme que te ame. Por dos razones: La primera, porque todavía lo hago; y la segunda, que ya no quiero seguir haciéndolo.

Así que ahora no vuelvas por favor. Que mi exnovio y amor ni se acerque, que se acerque ése que antes de todo esto era mi amigo; ¿podrás hacerlo? ¿Podrás dejar de hacerme daño? ¿Podrás dejar de aparecer y desaparecer de mi vida? ¿Podrás ser mi amigo? ¿Podrás hacerlo por mí?

Más aún, ¿podré hacerlo yo? Porque es verdad que te quiero, pero me quiero más a mí misma. Y por eso, no voy a dejar que sigas haciéndome daño. No. Al fin y al cabo, si tengo que elegir, prefiero perderte a ti antes que a mí misma.

Sueño, ojalá poder soñar todos los días

Apunto en un postick las cosas que tengo que recordar mañana. Escribo palabras sueltas con un lápiz que he encontrado en el cajón que tengo de galletas, o eso creo. No hay juego más entretenido al día siguiente que intentar descifrar las veintemil ideas plasmadas en garabatos que me pasaron por la mente fumada.

Me encanta. Ves el mundo con ojos nuevos. Quizás es que los mantengo entrecerrados, como ejemplar china. En fin. No doi más de si, solo floto. Solo sueño. Y me gusta, ojalá no despertara.

miércoles, 16 de junio de 2010

Frases odiosas y juguetes que cansan

-Tú verás lo que haces.

Odiaba esa frase. Se mordió el labio y puso los ojos en blanco, guardando para sí la respuesta mordaz que pensaba darle. Él se fue a su habitación y se tumbó en la cama. Ella vaciló, ¿qué era lo que le impedía seguirle? Acaso estuviera ya cansada de él, ella se aburría fácilmente.

Apagó el cigarrillo nerviosa. Una vez más sentía que era él quien tenía el control y eso no le gustaba nada. Pensó en irse. Pero un trato es un trato. En su interior sabía que él estaba jugando con ella, la manipulaba psicológicamente para conseguir lo que quería. Le encantaba jugar con ella.

Se levantó, se metió el paquete de tabaco en el bolsillo y tocó tímidamente la puerta entreabierta de la habitación:

-¿Puedo pasar?

-Pasa.

Sabía que estaba cediendo a su chantaje emocional. Sabía que le estaba dando el control. Sabía que el jugaba descaradamente con ella. Pero qué hostias, a ella también le encantaba el juego. Además, todavía tenía que descubrir si es que se había cansado ya de él.

Magda tiene razón. Esto ha estado demasiado melancólico últimamente. Digo que es culpa del tiempo, pero sé que en mi mente también está todavía algo nublado.

martes, 15 de junio de 2010

Hola, soy Astrid y...

Estaba a punto de dedicarte la mayor cursilería escrita jamás por ningún ser humano. Pero Rick Springfiel me ha salvado. No sé por qué me gusta tanto su Jessie´s girl. El ritmo, la sensación de libertad,... sueño con ir en un descapotable cantándola con la puesta de sol en frente. Sí, sueño demasiado.

Bah, pero lo prefiero. Eso antes que tumbarme en la cama, poner una canción de esas que me producen un nudo en el estómago y ganas de vomitar, y tener que ponerme a llorar pensando en por qué no me quieres.

Como dice Pink esta noche voy a empezar a pelear. I´m gonna start a fight! Joder, voy a tener que subir la música al primer puesto de mis vicios/drogas favoritas.

Así que eso me lleva a... ¿un nuevo comienzo? ¿Se acabó mirar atrás? Aggg la tentación es mala y a mi me encanta. Pero venga, va. Allá voy. Se acabó. Ya hace tiempo en realidad, pero desengancharse lleva su tiempo eh. Y tú eres mi mayor vicio, para qué negarlo. Más que la música, el alcohol, la nicotina, o cualquier otra cosa.

Siempre he pensado que debería haber terapia de grupo para estas cosas. Sería algo así como: "Hola, me llamo Astrid y sigo enamorada de mi exnovio, es decir; el hombre más imbécil del mundo, y encima, del modo mas estúpido".

De momento, hay que admitir que aguanto bien el mono. ¿El tratamiento? Sencillo: Fiesta, amigas, vicios que cubran el vicio que me supone él y ya se sabe, si es una urgencia; tira de agenda para encontrar a tu juguete favorito.

La peor y más estúpida entrada de mi vida, eso sí: joder, como me gusta imaginar que con cada tecla que toco te estoy pegando un puñetazo. Zas, ahí va el último. Dísfruta sin mí, yo ya lo hago sin ti.

Un día especial

Escojo mi conjunto más mono de ropa interior, me lo pongo y me miro en el espejo; perfecta. Deslizo las suaves medias por mis piernas blancas y sonrío, me gustan mis piernas. Busco el vestido que mejor me sienta y tarareo la canción de uno de mis ídolos. Saco mi baul de maquillaje y busco esa barra de labios suave que tanto amo. Me la paso ligera por los labios y antes de que pueda contenerme y pensar lo que estoy haciendo, le doy un beso al espejo. Me río, me encanta la marca de pintalabios en mi gigante espejo. Sí, soy toda una cría; pero una cría feliz. Unas gotas de perfume en mi cuello y un brazalete en mi muñeca. Busco esos zapatos tan monos que hace tanto que no me pongo y miro qué tal me sientan. Perfectos.

Compruebo que llevo todo en el bolso, y después de apagar la música que suena; todavía tarareando, salgo de casa.

¿Es un día especial? Sí, lo es. ¿Por qué? No lo sé. Supongo que porque yo he decidido que lo sea.

lunes, 14 de junio de 2010

Escribo por no llorar, reír o tirarme por el acantilado

Estaba a punto de llorar. Las cosas no siempre son fáciles, hasta los muros más sólidos se acaban derrumbando. Pero le he dado al play y suena Cantando. Doble V lo clava en el micro.

Y una extraña paz me invade. Sonrío, joder lo que daría por un porro ahora mismo. Me recuesto en la silla, paciencia; mañana por la mañana. Día libre, dia para soñar y salir de esta mierda.

De momento hoy mi droga es Kase O. De momento hoy es lo que me hace olvidar, eso y escribir. Porque el acantilado queda demasiado cerca, llorar es demasiado fácil y si me río voy a parecer una histérica. Así que hoy, solo sueño; mañana ya se verá.

domingo, 13 de junio de 2010

Ese persistente nudo en el estómago

Brilla el sol, ligeramente. Dani sentado en el sofá intenta no dormirse esperando a que Nati dé señales de vida. Siente un nudo en el estómago y ya está exhausto. Lleva toda la mañana de arriba a abajo. Se ha fumado media caja de Lucky, bebido agua, duchado y cambiado de ropa. Y Nati ni se ha inmutado.

Luego un ataque de romanticismo le a poseído y ha preparado el desayuno para la chica. Después de todo, el polvo había sido la hostia. Había preparado todo en una bandeja y dispuesto para que en cuanto sintiera cualquier ruido en la habitación se levantara para llevárselo. Quizás era ya hora de asentar la cabeza, pensó, quizás esa era LA chica.

Pasó una hora y Nati seguía sin aparecer por esa puerta. En la tele aparece un anuncio de seguros. El nudo en el estomago se hace más insistente. Mira la bandeja del desayuno. De un salto se levanta, se pone sus pantalones y zapatillas de running, tira la bandeja de desayuno a la basura y garabatea una nota que deja en la mesa de la cocina.

Sale rápido del apartamento con las llaves en su bolsillo. Nati se despertó sobresaltada en esa cama extraña al oír un portazo. Se desperezó, y con la camisa de Dani a modo de vestido se dirigió a la cocina en busca de sus cosas. Encontró un papel garabateado: "Cuando te vayas cierra la ventana por favor".

Después de todo, el polvo no había sido para tanto.

Fuck you!, ¿más alto? FUUCK YOOUU!!

Hice lo imposible. Lo que pensaba que para mi era imposible, claro. Decir esas palabritas que tanto me cuestan, abrir mi corazón de par en par (puaag.. ahorrémonos las cursiladas los domingos por la mañana o no conseguiré retener mi estómago después del sábado), y todas esas cosas que si no fuera porque las piernas me tiemblan hasta pensar que me voy a caer de morros cada vez que te veo no haría con menos de dos botellas de vodka en sangre.

Total, que para qué negarlo. Produces un efecto hipnotizante en mí. Todo lo demás queda muy atrás cuando me miras, me tocas, me besas,... Y no puedo desear más que perderme en una isla desierta del pacífico dondo solo estemos tú y yo. Pero llega el día siguiente y actúas como cualquier otro imbécil del montón, haciendo que me pregunte donde quedó mi amigo, mi exnovio y amor, porque tiene que haber sido que los extraterrestres te han abducido, no más. No veo otra explicación.

Pero al final, me llega el momento de afrontar que mi exnovio, amigo y amor es un imbécil como cualquier otro. Y que yo no soy más especial para ti que para mí el mechero que pierdo cada semana. Así que me cabreo, me digo lo estúpida que soy y me convenzco de no volverte a hacer caso por el resto de mi vida... ¡Pero vuelves a aparecer a la semana! Y vuelvo a flotar y a soñar con una isla desierta.

Agg es un círculo vicioso, y a mí los vicios me pierden. Aunque sé que debo dejarte ir, porque al fin y al cabo hasta el olor del tabaco en la ropa me dura más que tú. Total, que decido pedir ayuda. Es el primer paso ¿no? Ahí están mis chicas dispuestas a escucharme y a ponerte a parir cuando nunca han tenido una sola palabra de reproche para ti. Y eso me decide, tomo impulso y lo hago. No más tentaciones. Borro tu numero. Se acabó, te cerré la puerta; y me río.

Porque poco me importa ahora mismo. Quizás dentro de unos días me entre el mono, pero lo combatiré con sesiones de terapia; no se puede decir que no tenga gente dispuesta a ayudarme a hacer que te piten los oídos todo el día.

No sé si será el café, Lena Meyer con su canción de Satellite, o que no llueve; pero hoy sonrío al pensar que nunca más te vas a meter en mi vida.

Gracias por esas cosas que no se pueden contar, y por todas aquellas que quizás debimos decirnos. Y también, que te jodan por todas ellas.

sábado, 12 de junio de 2010

Cuando los hilos que nos unen... se enredan

Reneé miró su reloj. Eran ya las seis. Suspiró, por fin la semana había acabado. Y mientras apagaba el ordenador recordó que le había prometido a Ana que llamaría a Rebeca para salir a quemar la ciudad esa noche. No es que hoy se sintiera con demasiada chispa, pero ¿por qué no? Le vendría bien distraerse y olvidarse de... de Aarón. Cogió el móvil y mientras salía del edificio con la carpeta debajo del brazo Rebeca por fin contestó.

Se había metido en la ducha después de haberse pasado todo el día en la cama, apenada por tener que deshacerse del dulce olor de la piel de Aarón pero satisfecha con su noche de sexo. Siempre le había atraído Aarón, incluso cuando estaba con Reneé; pero hasta ahora no se habia atrevido a nada. Sabía que él se arrepentía porque seguía enamorado de Reneé, por eso había salido a toda hostia de casa; y eso la irritaba. ¿Por qué Reneé? ¿Por qué no ella?

Mientras, el teléfono sonó. Rebeca de mala gana decidió cojerlo, ya había ignorado las llamadas de Ana toda la noche; era hora de volver a aparecer. Lo cojió pensando una disculpa para Ana por haber desaparecido.

-¿Sí? ¿Ana?

-No, soy Reneé. Pero sí, Ana te estuvo llamando anoche que por lo visto desapareciste. Da igual, ¡hoy vamos a salir a quemar la ciudad! ¡Es viernes! ¡Te espero en el Morrison a las diez y media como siempre! Venga ¡nos vemos!

Y sin darle tiempo a Rebeca casi ni a soltar un breve "ajá" colgó. Mierda, pensó Rebeca, ¿se lo digo o me lo callo?

Mientras Rebeca dudaba y Reneé se preparaba después de una estresante semana, Aarón quedaba con sus amigos para salir a emborracharse, había mucho que olvidar, y el Morrison les parecía a todos un buen punto de partida para su larga noche.

viernes, 11 de junio de 2010

Paso de él, del otro y del de más allá

Fuera de mi camino. Tú por no ser realmente la persona que me hiciste creer que eras. Tú, amor, por hacerme ver que David no era lo que era a base de jugar sin acatar las reglas y conseguir que yo sacrificara todo por ti para nada; por eso también, fuera.

También fuera de mi vista el de la esquina que siempre me mira haciéndome pensar que llevo desabrochada mi camisa más mona, y orden de alejamiento para el imbécil incoherente que dice algo y hace todo lo contrario, o peor; no hace nada. Que se mantenga a distancia el de la sonrisa mona y ojos sexys que no tuvo cojones a proponerme lo que ya estaba en el aire, y que nunca aparezca aquel que se atrevió a salpicarme con su mierda.

Todos fuera. Todos lejos.

Ven tú, incoherente pesadilla de mis más maravillosos sueños. Róbales a cada uno de los anteriores el cachito que me robaron ellos a mí. Y devuélmelos, para que yo luego te los vaya entregando uno a uno. Si me da la gana, claro.

Porque sabes que no me ganarás con caballerosidad; ni con regalos, ya sean baratos o caros. Inténtalo con ese roce cuando te pasees por mi lado, solo un roce; ni se te ocurra tomarme de la mano. Ya estuve agarrada demasiado tiempo. Inténtalo con esa sonrisa torcida y cínica, no con una de esas máscaras que han tapado la cara miles de veces a los de mi alrededor. Ya tengo cientos de esas máscaras guardadas en el cajón. Los dos sabemos que tampoco debes decirme que me entiendes, ni me interesa que lo hagas; solo quiero que pongas los ojos en blanco, me susurres al oido lo loca que estoy y lo mucho que te pongo por ello.

Pero para qué me engaño. Eres solo sueños. Solo aire de mis pensamientos. Quizás como mucho la encarnación en algún chico que se me acerque después de haberme tomado un par de copas y llenado mi cabeza de otro aire más oscuro, más verde.

Pero lo acepto. No hay otra, porque no cambiaré mis sueños, no cambiaré yo. Así que de momento, todos fuera. Ya me ocuparé de acercarme yo cuando quiera. Y a quién quiera.

lunes, 7 de junio de 2010

Tú eres preciosa

Tú eres preciosa. Mírate en el espejo, toca tu cara con tus manos, tu pelo, tu cintura. Cada centímetro de tu piel, de tu cuerpo, es exactamente tal como debe ser, como mejor está.

Quizás no te guste alguna cosa que veas, pero por cada defecto que te encuentres yo te aseguro que te encontraré otras diez mil cosas que te hacen preciosa. Porque sí, créetelo. Eres preciosa.

Sonríe.

http://www.youtube.com/watch?v=UHI6Lsxio5I
http://www.youtube.com/watch?v=XeCi2S2qA9o&feature=related

viernes, 4 de junio de 2010

Juega y gana

Puso su cara a pocos centímetros de la suya. Desafiante.

Ella no se amedentró y sonrió siguiéndole el juego. No se atrevía a moverse por miedo a perder el control y besarle. No, no sería ella la que caería. Suspiró e hizo esa caida de ojos que sabía que le volvía loco. Él la agarró de la barbilla, riéndose entre dientes y mientras se acercaba tentador.

Ella lentamente, dejándose llevar, cerró los ojos y se acercó todavía más.

Sí, la tengo; pensó él. Pero de repente, sin que pudiera siquiera preveerlo, en las manos de ella apareció un cigarro que encendió delante de su cara perpleja. Le dio un par de caladas riéndose, mientras se echaba hacia atrás.

-Bien jugado, otra vez será cielo.-Y se levantó y dio media vuelta para marcharse.

-¿De verdad?-Se lo tomó con humor.-¿No vas a darme ni un beso de despedida?

Ella giró ligeramente la cabeza y lanzó un beso al aire. Había ganado la partida. Se moría de ganas por besarlo, igual que él a ella, pero el juego le gustaba y encima... iba ganando.

miércoles, 2 de junio de 2010

Espósame y me corto la mano

Me tomo el café en el balcón. Eso me permite fumarme el cigarro mientras. Mierda, tanto vicio acabará matándome. Pero hoy me lo merezco. Lo de morir no, me refiero al cigarrillo con el café.

El por qué es sencillo. Este mediodía estaba revolviendo los cajones en busca de mi camiseta favorita. Es de esas camisetas que nunca te pondrías para salir a la calle ni con la que nunca dejarías que nadie te viera en público pero que me mola llevar por casa. Total, que estaba en pleno proceso de poner todo patas arriba hasta dar con ella cuando he encontrado "algo". Ahí estaba, retazos de una relación pasada, de una vida pasada. ¿Cómo pude guardarlo? pienso, y lo cojonudo es que tampoco lo he tirado.

Y ahí estoy. Con eso en la mano, mientras me tomo el café. Estaba pensando si tirarlo por el balcón en plan acto de rebeldía pero me da miedo darle a algún coche o que alguien me vea y se piense que soy una loca psicópata. Que loca quizás sí, pero no psicópata.

Además, sé que si lo tiro me arrepentiré. Él vuelve a ser parte de mi vida. Pero me aterra. ¿Y si acabamos como la última vez? ¿Y si surgen los mismos problemas? ¿Y si el piensa que he cambiado, que ya no soy igual?

Suspiro. Entonces pasará lo de siempre: empezaré a ahogarme, me sentiré agobiada y acabaré por sentir que estoy atada. Yo me intentaré alejar y él no lo entenderá. Bah de poco sirve darle vueltas. A donde nos lleve el destino ¿no? (Puaag...) Se me atraganta hasta el café.

El tiempo dirá. Eso sí, que no pretenda esposarme de nuevo porque juro que me corto la mano. Además, ya no me queda sitio en los cajones para seguir ocultando el pasado...

A su salud

Qué manía les estoy cogiendo. Sí, a los hombres. Los hay que están buenos pero son estúpidos. Los hay que no son tan estúpidos pero tampoco están buenos. Y por último están los que encima de no estar buenos son estúpidos hasta hacer que quiera cortarme las venas por no seguir oyéndoles hablar. Por si os lo preguntabais: no. No existe ninguno que no sea estúpido y encima esté bueno, eso es un mito de disney.

No se si será por eso, por lo de la estupidez, que a veces me cuesta comprender lo que para ellos es una secuencia lógica de sucesos. No soy de las que se queda esperando al lado del teléfono a que la llamen, de las que no tienen nada más que hacer que mirar con mirada meláncolica si aparece su príncipe para que venga a rescatarlas. No, gracias.

Pero aun así me repatea. Me repatea que alguien me diga que me va a llamar y luego no lo haga. Llevo días esperando a que David me llame. Of course para hablar, no more. Simplemente porque el quería "aclarar cosas conmigo" después de lo de las últimas semanas. Tanto interés y ahora ni da señales de vida. ¿Alguien me lo explica?

Bah, él verá; a mí me da igual. ¡Mentira! ¡Es mi compi de borrachera! No va a tener ni la mitad de gracia sin él... En fin, fuck you. No se puede decir que no hay gente dispuesta a irse de fiesta aparte de él. Beberé a su salud.

martes, 1 de junio de 2010

Con un café en la mano: La amistad entre sexos

Hay quien dice que es un mito. Otros que existe pero es muy difícil de mantener. Algunos que siempre hay intenciones ocultas, y unos pocos que nunca debería haber problema para que funcionara.

Y hasta ahora yo era de estos últimos. Nunca me había parecido difícil mantener una amistad con alguien al que quisiera como amigo, nunca. Y menos con David. El tío con el que podía mantener una conversación de borrachos sin perder la dignidad, el tío con el que podía hablar de todo, comer patatas a las tantas de la madrugada, probar la cerveza por primera vez, con el que podía sentarme horas en un callejón en silencio mirando al infinito sin que fuera incómodo y sentirme reñida de modo cariñoso por fumarme un cigarrillo. Ése es mi amigo, esa soy yo.

No puedo soportar la idea de que ahora él sea ese que se declaró y yo esa que le besó, que le di esperanzas por no perderlo, cuando en realidad lo único y mejor que me une a él es su amistad.

Diría que está todo perdido, que es irrecuperable. Que nunca podremos volver a ser amigos. Bien, no sé si será el café o que es todavía demasiado pronto, pero desde luego hay algo que tengo claro: haré lo imposible por recuperar su amistad. Quien dude de que podamos, no nos conoce. Ni a él, ni a mí.

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.