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astrid.rhys.jones@hotmail.com

martes, 31 de agosto de 2010

Tener a tu ex cerca y vivir para contarlo Vol. II

Hoy sigo con el manual. Porque más que nunca me viene de perlas. Aunque es difícil hacer un manual de como sobrevivir a tu ex si estás más que nada enamorada de él todavía, y eso incluso después de haber salido luego (fracaso) con otro chico.

Pero la verdad es que estoy aprendiendo a manejar sentimientos que nunca antes había sentido, emociones que nunca había pensado que me golpearían con tanta fuerza y tonterías varias que pensaba que alguien como YO nunca ¡pero nunca! haría.

1. He comprendido que llorar es bueno. Llorar, destrozar cualquier objeto blando que encuentre por la casa (blandos porque si te ensañas con la pared te dolerá, en serio; duele), incluso poner la canción más triste que tengas y cantarla pensando en el por qué de que todo haya salido tan mal.

2. He descubierto que ELLAS siempre están ahí. Da igual lo mal que haya hecho yo también, él es el cerdo, él es el egoísta, y ellas son mis amigas pase lo que pase. Simplemente sentir como te agarran del brazo cuando crees que a las tres de la mañana vas a derrumbarte llorando en mitad de una calle plagada de gente, te da las fuerzas suficientes por lo menos para llegar hasta la esquina.

Están son las dos mejores cosas que estoy sacando de todo esto. Estoy soltando un montón de adrenalina y valorando todavía más (si es que eso es posible) a mis chicas.
Pero también estoy aprendiendo otras cosas.

1. Que llega un momento, cuando ya has llorado y destrozado toda la casa a tu paso; en el que tienes que secarte las lágrimas, ponerte mona, llamar a tus chicas y salir de fiesta hasta que amanezca. Y sobre todo, sonreír.

Y finalmente que NO puedo controlarlo todo. Que hay cosas que simplemente suceden sin que yo no pueda hacer nada, y que si ya he intentado TODO, TODO, TODO para estar con él y no lo he conseguido... Que solo me queda esperar olvidarlo y de mientras, quererle. Porque si él es feliz así, yo no puedo menos que serlo.

domingo, 29 de agosto de 2010

Días grises

Parece que hubiera olvidado que el mundo no se puede dividir en buenas y malas personas. No funciona así. También parecía haber olvidado que en ocasiones, muchas más de las que me gustaría, amamos lo que puede no ser correcto o bueno para nosotros.

Y ayer esa realidad me abofeteó con toda su fuerza. Me esperan días grises. De desvaríos sobre el papel, lágrimas en la almohada y cigarrillos al anochecer. De suspiros de resignación, de miradas ausentes y letras tristes.

Pero también sé que después de la tormenta llega la calma. Y que ahí me aguardan días de sonrisas, de cigarrillos compartidos y fiesta. De bailes desenfrenados, de bromas con mis chicas y quizás algún día, incluso otro amor.

De momento me basta con saber que hay mucha gente dispuesta hacerme de paraguas durante la tormenta.

sábado, 28 de agosto de 2010

¡Pum!

Y recobré la cordura. Mi corazón lo latía al ritmo del suyo, su alma estaba lejos de fundirse con la mía. Y entonces por fin... volví a ser yo. Volvió mi sentido común y lo dejé...

Pero ese día, mi ex, el amor de mi vida, un cabrón tan grande como yo; volvió de vacaciones... juro que yo no lo sabía cuando corté, que no fue esa la razón... Y aun así, ahora; es mi razón de ser.

Toc, toc... ¿quién llama? Mi peor pesadilla y cuento de hadas volvió a comenzar.

(Agg y yo con mis reservas de ironía y sarcasmo por el suelo... ¬¬)

martes, 24 de agosto de 2010

Mi sueño ¡se lo llevó Ela!

¡Queda esperanza en este mundo! ¡Parece que cada vez vamos derribando más tabúes! Sí, sí. Parece que las relaciones libres, poligamia, o-como-leches-queráis-llamarlo cobran popularidad. Que se lo digan a Ela. Y es que se ha metido de cabeza a una. Bueno, todo hay que decirlo; al principio no fue por gusto y ella preferiría otra situación pero admite también las libertades que esta situación le da.

Cuento: Ela, muchachilla despreocupada y sin pareja, acabó una noche de fiesta después de haberse trincado la mitad de la producción de vino (en cubata de Kalimotxo, por supuesto)del país, liada con un tipo conocido por ahí como "el rubio" precisamente por ser rubio. Total, típico lío de una noche con posibilidades de llegar a durar más noches por compatibilidad y por moverse en los mismos círculos.

Y finalmente así fue. La historia se repitió alguna que otra noche más, con alcohol o sin él, pero vamos, más de lo mismo. Hasta que las (malas) lenguas empezaron a hablar. Y joder lo que decían. La bomba explotó, y salpicó bastante: El rubio, tenía novia.

Ela, incrédula y atónita ante semejante revelación no perdió el tiempo (bueno sí lo hizo, no deseaba apresurarse para darle la patada en el culo) en preguntarle. Y él respondió que no.

Pero aaayyyy, las malas lenguas siguieron hablando y los hechos decían otra cosa. Finalmente, volvió a hablar con el tío del tema y éste confesó ver a la otra de vez en cuando. Y se quedó tan ancho. Olé por él, y hostia por él por no hablar antes. Coño, estas cosas hay que decirlas desde el principio.

Pero bueno, Ela con su enorme capacidad para perdonar todo este tipo de cosas... decidió que por ella, OK. ¡Sí! Y bueno que decir que la otra chica, frecuentando los mismos círculos, debería ser ciega-sordo-muda para no haberse enterado; por lo que parece que también está de acuerdo en una relación de este tipo (cosa que desde luego Ela no ha comentado nunca con ella). Y el que está clarísimo que está de acuerdísimo con la situación es El Rubio que como suele decirse, está gozando (nunca había sido tan literal esta expresión) a dos bandas.

Aunque hay que decir que para meterse en una relación de este tipo hay que tener la cabeza fría para evitar celos, malos rollos y todo tipo de dramas varios... Y Ela, no tiene la cabeza del todo fría.

Así que de vez en cuando sueña con que El Rubio deja a la otra y se queda solo con ella... quizás al fin y al cabo no todo el mundo esté preparado para derribar ciertos tabúes. Aunque por otro lado, como ella misma dice, le tengo a él y cuando quiero puedo tener a otro... y explicaciones ¡a nadie!

jueves, 19 de agosto de 2010

Afortunadas (des)gracias

No sé qué hacer cuando mañana vuelva de mis vacaciones de cortesía por estos extraños páramos. No sé si pegarle a él o a ella. Sinceramente, los dos se merecen un par de hostias bien dadas. A ver si espabilan. Bueno, Abi tiene como atenuante sus traumas por "infidelidad" (y pongo infidelidad entre comillas porque ni siquiera fue infidelidad propiamente dicho) de Imanol, lo cual rebajaría su condena a una buena colleja que le hiciera saltar el rímel de los ojos del susto.

Y es que Imanol... ay dios mío, lo he dicho y lo volveré a decir otro millón de veces. Lo que me gustaría hacerle un estudio psicológico a este hombre, me fascina. No lo entendamos mal, me fascina su forma de ser desde el punto de vista antropológico. Supongo porque sería una buena forma de estudiarme a mí misma, solo que en versión masculina ¡aunque yo no soy tan bestia! ¡y lo sería menos si estuviera saliendo con alguien como Abi! Este tendría el atenuante (desde mi punto de vista) de lo que supone salir con una princesita de cuento ¡que eso es estresante también! ¡sobre todo si eres como él o yo! Pero bueno que un par de hostias bien dadas no se las quitaba nadie, por falta de cabeza sobre todo (aunque ¿qué tío tiene un poco de cabeza?) Pero lo de él ya es que se pasa. Es simple sentido común,hombre.

Han tenido la (des)gracia de enamorarse hasta las trancas el uno del otro y así les va. La princesita del mundo yupi con el especimen-paso-de-todo-voy-a-mi-bola. Toda una bomba de relojería.

Pero como ya lo dijo Carolina Noriega en su monólogo "novio joven", ¿para qué tienes novio si no discutes? Y es que, ¿qué gracia tiene?

Discutes, te lo pasas pipa poniéndole a parir, mejor si es con la ayuda de un par de chicas, le dejas de hablar durante X tiempo (ya pueden ser dos días, meses, segundos o minutos), os gritáis el uno al otro, podéis hasta llorar (que eso siempre desestresa y limpia el organismo) y luego pues ya os reconciliáis como gustéis. Que además las reconciliaciones suelen ser lo más divertido (oh yeaah).

Por eso yo siempre he dicho que estos se casarán, tendrán hijos (de los que yo seré la madrina por supuesto) y llegarán a ser viejos y arrugados mientras siguen discutiendo sobre lo mismo y otras veinte mil cosas.

Y así, igual que si fueran la bella y la bestia (válgame la cursilería) serán felices gracias a la (des)gracia de haberse enamorado precisamente de la persona que menos les convenía... pero a la que más quieren. Porque, al fin y al cabo, según dice la gente, eso es lo que cuenta: que se quieren.

sábado, 7 de agosto de 2010

My last night II.

Me despido de Brian. Bye-bye, maybe we will meet other time, other life, I don´t know.

Estoy sentada con Katherine en unas escaleras. A mi lado se sienta Jack. Está borracho, muy borracho. Me agarra, con lo que él entiende por disimulo, de la cintura. Me sonríe y me pregunta sin cesar. Qué tal la noche, si me lo he pasado bien y otras veinte mil preguntas a las que contesto sin demasiadas ganas. Me deprime pensar que al día siguiente cogeré el avión de vuelta.

Está demasiado cerca, su cara demasiado cerca de la mía. Y no deja de sonreírme, me pone nerviosa. Le devuelvo una sonrisa forzosa y justo cuando ya me estoy desesperando y creo que voy a tener que quitármelo de encima, Vian me salva.

-Astrid, Simmone is looking for you.-Me dice.-Come.

-Oh, ok.-Y sin perder el tiempo, me levanto como movida por un resorte. Aliviada. Me despido rápida de Jack y de la mano de Vian dejo que él me guíe entre la gente. Nos paramos en la acera de enfrente.

-So, where is Simmone?

-Ah, no. I was lying. I want to introduce to you someone.-Y agarrándome otra vez me lleva casi a rastras hasta donde otros dos chicos.

-Astrid this is John and this Dave. Speak with dave.-Y me da un pequeño empujón dejándome contra la pared junto al chaval.

El chico se ríe, yo me río. Intentamos quitarle importancia a la encerrona que nos han preparado.

-He´s crazy-Me dice él.

-Yeah.-Le digo completamente de acuerdo. Sintiendo su mirada encima, me giro y le miro. Me sonríe, le sonrío.

-Well, and are you having fun tonight?-Me pregunta.

-Yeah...

Veinte minutos más tarde caminamos por las calles medio desiertas. A cierta distancia, delante nuestro, caminan Vian, Simmone, Hannah y John. Dave y yo continuamos hablando, es realmente encantador, y guapo; pienso. Voy tan ensimismada en mis pensamientos que no veo el desnivel y tropiezo. El rápido me agarra de la mano y me sostiene. Oh, he´s so cute...; pienso. El aprovecha el momento, con la otra mano me agarra de la cintura y me lleva contra el muro mientras los dos nos reimos de mi torpeza. Y me besa.

El mundo se detiene. Los demás han desaparecido por la esquina pero no importa, el frío que me hacía tiritar hasta hace un minuto se ha ido y todo lo que siento es su cuerpo contra el mío. Algo empieza a desatarse entre nosotros, hay química, funcionamos juntos y nos dejamos llevar.

El chirrido del derrape de un coche me hace recobrar la cordura. Él ya tiene su mano metida por debajo de mi vestido, yo las mías más allá de su espalda y nuestras respiraciones suenan entrecortadas. Lo aparto ligeramente y le digo con mi mejor sonrisa torcida:

-I don´t think this was the best place to do this...

El me sonríe. Y con un "Ok" me da la mano y empezamos a andar. Todavía con los corazones acelerados y sonriéndonos cómplices. Avanzamos, en mi última noche, presurosos buscando al resto pero sin poder evitar detenernos en cada esquina o farola a demostrarnos otro par de minutos nuestra gran comprenetración.

viernes, 6 de agosto de 2010

My last night I.

Demasiado martini en vena, unos tacones muy altos y no podemos entrar al club. Está lleno, already close. Suspiro, es mi última noche y no era mi idea pasarla así. Estoy buscándole a él. Quizás tampoco haya entrado. Ja, ilusa de mí. Hannah viene por detrás, me agarra de los hombros y me susurra al oido:

-He´s here.

-Who?-Me hago la inocente.

-Brian!

Me río como si me resultara increible que ella pudiera pensar que yo quiera volver a verlo, besarlo, sentirlo. Pero quien alguien quiere algo le cuesta así que:

-Ok, ok. Anyway Hannah... emm... and do you know where is he?

-Yeah.-Le miro esperanzada, esperando a que continue.- He´s inside.

-Oh, that´s fine.

Oculto mi decepción mientras me enciendo un cigarrillo. Y de repente lo veo, está en la parte visible desde la calle. Le saludo con la mano y el hace lo mismo, justo andes de desaparecer entre la multitud. Suspiro resignada. Hannah y Ashleingh hablan conmigo mientras nos reimos viendo a Vian hacer el tonto. Parece que hubiera más gente fuera que dentro del club. Cada vez más, incluso. Y es cierto. De repente oigo una voz, esa voz. Me giro brusca y entonces veo esos ojos. Ay, esos ojos.

Sonríe al verme, ha salido por mí. Sonrío. Nos acercamos lentos. Nuestros labios, ya conocidos, se mueven confiados. Sus manos no tienen problema para saber como cogerme, ni las mías. La gente sigue a nuestro alrededor, pero como todas las veces anteriores, nos aislamos. Solo existimos él y yo.

-Your last night.-Me dice parando ese beso que ninguno queremos terminar.

-Yeah, my last night...-Suspiro.

Me agarra más fuerte, pegándome contra su cuerpo. Y me besa. Nos besamos sin perder el tiempo, sin pararnos casi siquiera a respirar. Porque ya está todo dicho y el tiempo va en nuestra contra.

martes, 3 de agosto de 2010

Yes, I am crazy

Me acaricia la cintura como que no quiere la cosa. Las voces retumban a nuestro alrededor en el exterior, pero parece que estuvieramos metidos en una burbuja, aislados. La noche ha caido y aunque mis ojos se han acostumbrado, solo puedo vislumbrar las lineas generales de sus facciones... y sus ojos. Ay, esos ojos.

Esta recostado, apoyado sobre un codo mirandome. Ha dejado de acariciarme. Desearia que continuarar haciendolo, pero no se lo digo; porque entonces, sabria lo mucho que lo deseo. De repente comienza de nuevo a pasar la mano por mi espalda, mientras yo sentada oculto una sonrisa mientras le pego tragos a esa botella de vodka.

La cabeza me da vueltas, giro la cabeza y le saco la lengua sonriendole.

-Dont drink too much, please.

-Why?-le pregunto desafiante.

-Because you are going to get too much drunk.

-I can drink all this bottle and stay perfectly!-Suelto vanidosa, le pego otro trago- Do you see?

Se rie. Con ese sonido maravilloso, tranquilizador, protector. Da igual lo mucho que beba, se que a su lado no me va a pasar nada. El bebe cerveza, es su decima. Y sin embargo sigue perfecto, o eso me parece a mi. Desafiandole a que me quite la botella, empiezo a beber otra vez. El se incorpora, lento, acercando su cara a mi. Paro de beber y le miro. Va a besarme, pero justo en el momento en que sus labios acarician los mios, me aparto sonriendo.

-No?

-No now! Im drinking!-Le suelto pegando otro pequenio sorbo.

Se rie, me coge de la cintura y me susurra al oido:

-You are crazy

Me mira, maravillado. Como si fuera lo mas genial del mundo, en realidad lo es. Me encanta estar loca, loca de vida, de amor, de suenios.

-I know.-Le digo.

Y le beso. Y en esa quietud envuelta por la multitud, en esa oscuridad brillante por sus ojos, la botella de vodka queda olvidada a nuestros pies.

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.