Soul of music.


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com
astrid.rhys.jones@hotmail.com

sábado, 2 de octubre de 2010

Nadie te prepara nunca para los golpes duros. Esos simplemente tienes que pasarlos tú sola, sin nada bajo tus pies y todo sobre tu cabeza.

No es fácil, ni se te pasa de un día para otro. Ni siquiera de una semana a otra, o de mes a mes. No. No, no. No cuando realmente has sentido de verdad. No cuando realmente has volado alto y sin saber muy bien como, has caído de repente.

Lleva algo más de tiempo, incluso toda una vida. Y tampoco tiene una solución mágica. Es simplemente volver a desear volar.

Pero para volar primero necesitarás levantar los ojos al cielo, arreglar tus alas. Y ahí, tampoco te puede ayudar nadie más. Tú tienes que hacerlo. Tú, y solo tú.

Arregla esas fucking alas, y cósetelas a la espalda. Siente el dolor de la aguja con cada puntada, siente el dolor de tu corazón con cada retazo de él. Y saboréalo. Suena a locura, pero te juro que realmente lo harás. Disfrutarás de ese dolor, porque es todo lo que te ha quedado de ese amor. Serás una completa masoquista y no querrás dejar de serlo...

Hasta que te insensibilices. Dejarás de sentir las puntadas, las agujas no tendrán ningun efecto, su voz no será más que cualquier otra entre tantas otras. Y quizás algún día volverás a volar.

O quizás no. Yo no lo deseo, amo demasiado el dolor que ha sobrevivido de todo ese vuelo pasado. No. Definitivamente yo no quiero insensibilizarme.

Quiero ser la perfecta masoquista adicta a tus puntadas por siempre...

0 comentarios:

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.