Soul of music.


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astrid.rhys.jones@hotmail.com

lunes, 27 de diciembre de 2010

Café por la mañana

Cierra los ojos, posa tus manos sobre el teclado, tararea tu canción y escribe. La poesía saldrá sola.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Llenemos el abismo

El acantilado y un abismo. No a tus pies, no. Dentro de ti. Empieza en el estómago y absorbe todo como un agujero negro, llenándote de nada y vaciándote de todo. Gritas y gritas pero no hay nadie en tu interior que oiga tu alma, y la persona que puede hacerlo se está tapando los oídos.

Lloras angustiada, buscando algo que te ate a la vida. Que te diga que todavía vale la pena seguir, que llene ese negro abismo, o que por lo menos te lo ilumine para mostrarte la forma de continuar.

Pero te obcecas. Quieres que sea esa persona justamente, la que se está tapando los oídos la que lo haga. Y lo intentas, y lo intentas, y lo intentas. Una y otra vez. Pero no funciona y te hunde todavía más.

Así es, sí, el mal de amores. Como yo ya lo hice, a Afrika le ha tocado pasarlo ahora. ¿Desgracia? Para nada, es parte de la vida. Los golpes te harán más fuerte, no lo olvides nunca nena.

Y entonces ocurre. Cuando comprendes que tienes que pasar por esto, que pase lo que pase vas a seguir siendo tú, con tu sonrisa, con tus locuras, con tus ideas de colores... es cuando por fin, puedes seguir adelante.

Vuelves a gritar y estiras la mano. Sorpresa, alguien te la agarra. Con firmeza, y te susurra que no te va a soltar, que llenará el vacío y el abismo. Que no dejará que te hundas y que volaréis bien alto. Es la amistad.

Un amigo, una amiga. Y de repente, ya esa persona que se tapa los oídos no parece tener ya tanta importancia. Así, con el tiempo, con lloros y risas y alguna pequeña ayudita, el abismo desaparecerá lleno de ti, de tu alegría y de tus ganas de vivir.

Afrika, cuando estés preparada, extiende la mano, no dudes de que te agarraré.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Not regrets

Termino de chuparme los dedos y me paso la lengua por los labios mientras sonrío. Delicioso. Me limpio las manos con una servilleta y comienzo a escribir con Katy perry de fondo. Estoy relajada, sonrío feliz. Las cosas resultan últimamente más fáciles que de costumbre.

Tengo ganas de bailar. Ahora me arrepiento de no haberme ido de fiesta, pero no pasa nada. Habrá otros días, otras noches, muchas más. Hoy escribo, mi segundo placer; justo después de vivir.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Más allá del amor

No sé que es exactamente. No sé, está en el aire. Es invisible, no se ve, no se huele, no se toca, no se oye... pero se siente. Que no, que no es solo amor. Es algo MAS.

Va más allá del simple sentimiento. Decir que es amor sería demasiado sencillo. Son años de (re)conocerse, horas de silencio y ruido. Horas de risas y lágrimas. Horas de enfados y cariños. No sé, ¿es tiempo? Bah, tampoco.

No sé qué es, pero Abi e Ima lo tienen. Lo peor es que creo que a veces ni ellos se dan cuenta de ello. De lo afortunados que son. Supongo que los de alrededor, como yo, también lo notarán. Pero estoy segura de que ellos no.

Es algo tan reconfortante... es... es ¿complicidad? Supongo. Algo que a menudo parece que perdemos cuando una persona pasa de ser amiga a amor, y ellos la han mantenido. O vuelto a recuperar una de dos.

Cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo que paso con ellos me doy cuenta. Son algo así como una especie de faro, de luz, que al resto del mundo (oh! simples mortales!) nos inspira a pensar pues que realmente puede y de hecho, existe algo así.

Espero que sea una luz perpetua, porque si no, a muchos (a mí) se nos acabará la fe... o lo que me queda de ella.

POR FIN!

Y vuelvo a renacer. Joder, hace meses que no me sentía así. ¿Así cómo? Como yo misma. He necesitado una fiesta y un pequeño empujón para lanzarme, soltarme la melena y ser yo misma.

Me olvidé de él. Por completo. E hice todo eso que tenía ganas de hacer pero que me había prohibido por una vana esperanza de, así, conseguirlo de nuevo. Tonteé, mucho. Bebí y fumé de gorra, mucho. Hablé con todo cristo, y lié a algún que otro, mucho.

Bien, por fin era yo con Ela. Ela y yo sin ataduras. Riéndonos, bebiéndonos el mundo.

¡Joder si! ¡He vuelto! Se acabaron los días grises, los días de lluvia en mi alma. Y volvieron las ganas de fiesta, de explorar lo inexplorado, de hacer lo imposible y volverlo posible.

Queda Astrid para rato.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Atrévete

Cierra los ojos. Inspira y sonríe. Ahora empieza a caminar al borde del acantilado.
¿Acaso tienes miedo? ¿Acaso tendrías que tenerlo?
Bah, lleva siempre un arnés de amistad, no dudes de que siempre te recogerá. Así que atrévete a andar, correr e incluso a saltar.

Nunca sabes qué o quién te espera abajo...

domingo, 5 de diciembre de 2010

La lluvia moja las calles, las lágrimas las caras. Pero es bueno, la lluvia limpia las calles y las lágrimas el alma.

Quizás no nos demos cuenta en ese momento, pero después, en perspectiva comprendemos su importancia, lo bueno que fue. No se dice en vano que el agua purifica.

Es importante aunque más importante es seguir, adelante, limpiarse los ojos y mirar a tu alrededor. Porque al final, sino, al igual que un día de tormenta te puede estropear el paseo la mirada empañada te impedirá vivir el momento.

No luches contra ti misma, eres tú. Tú y tu necesidad de llorar. Tú y tus emociones. Tú y tus sentimientos. Quien dijo que estaba prohibido llorar, se prohibió vivir a si mismo.

Al final, como siempre, el sol vuelve a salir. Y las ganas de ese paseo también. Sonríe.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Noches jóvenes, noches nuestras

Años luz que no se respiraba esta tranquilidad. Es sábado por la mañana. Suena "meet me halfway" de Black eyed peas y el olor de mi café recién hecho asciende desde la taza y me embota los sentidos. Tecleo al ritmo de la música pensando en bailar al ritmo de la música esta noche.

Porque a Ela y a mí la noche nos espera hoy. Brillante, plagada de estrellas y luces de colores del pub. De sorbos de aire frío y licor de madrugada. De locura propia y ajena.

La sensación de nerviosismo me avisa, algo va a pasar. Lo sé, siempre pasa. Pero somos optimistas, porque la noche es joven y nos sonríe a nosotras.

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.