Soul of music.


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com
astrid.rhys.jones@hotmail.com

miércoles, 11 de enero de 2012

Por bipolar.

Primera visión del día: Me hundo

Hoy echaba de menos ver a Aitor, hace muchísimo tiempo que no lo veo. Hay tantas cosas que me gustaría decirle, contarle, recordarle que me tiene aquí. No sé, tonterías mías.

Por otro lado echo de menos también a mi grupo de gentuza malnacida de bares de mala muerte. Desde Saray hasta Jon. Últimamente solo hablo con David y Bucay, los dos como yo, en un mes frenético. Echo de menos a Karl, ausentísimo y ajenísimo a mí, pero supongo que es lo suyo.

No queda otra más que cuadrar los hombres, tensar los músculos y esperar a febrero.

Segunda visión del día: Resucito

Primera etapa de este frenético mes superado, y con éxito. Esto pinta bien. Encima las chicas han conseguido hoy también alegrarme el día. Vale quizás no pueda irme de compras -estoy necesitando toda mi fuerza de voluntad para no mandar todo a paseo e irme corriendo a arrasar con toda la Gran vía- pero la cuestión es, que no me hace falta. Ya van ellas, y hoy...

Surprise! surprise! Me han whatsappeado, que habían encontrado mi  mítico pintalabios, ese que taaaaaaantísimo tiempo estuve buscando y no encontré, que me lo cogían. Podrá parecer una tontería pero mira, cuando estás de papeles hasta arriba, no tienes ni tiempo para arreglarte el pelo y tus uñas parecen salidas de doce horas de lavar platos, que te digan que tu amado pintalabios está en camino te hace pensar, pensar y recordar.

Que tienes una vida, que esto no es permanente, que vale la pena y, sobre todo, que voy a poder gastar la mitad de esa barra de labios matándolas a besos.

0 comentarios:

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.