Soul of music.


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com
astrid.rhys.jones@hotmail.com

domingo, 20 de junio de 2010

Bendito Karma

Lo mucho que da de si una charla entre chicas, algo para beber y un par de cigarrillos.

Era inevitable que por un momento no saliera a relucir mi mal de amores. Y por qué no, también toda mi vida amorosa. Total, que hacemos un análisis completo. Y recuerdo a mi juguetito olvidado. Y como estamos de confidencias pues lo digo.

-¿Sabéis con quién me apetece liarme ahora mismo? Con Edgar.

Se ríen. Soy una reincidente en cuanto a hombres. Me divierten y cuando me cansan... al baúl de los juguetes, hasta que vuelvo a acordarme de ellos.

Juré que a Edgar no volvería a sacarlo por inmadurez mental... pero es que la parte física la cubre de sobra y seamos sinceras... ¿hay alguno mentalmente maduro? Pues eso. Además como dice Abi: un clavo saca a otro clavo. Afrika no está de acuerdo pero opina que un poco de diversión no hace mal a nadie. Y Ela, Ela simplemente se ríe.

Y deben de ser cosas del Karma que tres horas más tarde él oportunamente decida hablar conmigo por el correo. Sonrío, esto ya es pan comido. Así que le sigo el rollo y el tío pues se alegra, ya hace tiempo que lleva intentándolo.

Pero no me quedo satisfecha, ¡yo no quiero una noche! ¡Yo quiero mil y una! No una relación, of course. Pero quiero mi juguete disponible siempre que quiera. Así que se lo digo, y él no llega a entender del todo lo que quiero. Normal, ni siquiera yo lo tengo claro. Pero se lo explico más o menos y es entonces, en el momento en el que me dice que "lo que yo quiera" cuando me doy cuenta de que lo tengo agarrado por los huevos (¡yujuu!).

Pronto nos veremos. Ya se verá como va la cosa. Ya se verá si lo mantengo como muñeco favorito o acaba de nuevo en el baúl. No tengo nada que perder, y divertirme seguro que me voy a divertir.

Ha debido de ser en recompensa a la santa paciencia que tengo últimamente con todo el mundo. Me encanta el Karma.

0 comentarios:

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.