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astrid.rhys.jones@hotmail.com

domingo, 13 de junio de 2010

Ese persistente nudo en el estómago

Brilla el sol, ligeramente. Dani sentado en el sofá intenta no dormirse esperando a que Nati dé señales de vida. Siente un nudo en el estómago y ya está exhausto. Lleva toda la mañana de arriba a abajo. Se ha fumado media caja de Lucky, bebido agua, duchado y cambiado de ropa. Y Nati ni se ha inmutado.

Luego un ataque de romanticismo le a poseído y ha preparado el desayuno para la chica. Después de todo, el polvo había sido la hostia. Había preparado todo en una bandeja y dispuesto para que en cuanto sintiera cualquier ruido en la habitación se levantara para llevárselo. Quizás era ya hora de asentar la cabeza, pensó, quizás esa era LA chica.

Pasó una hora y Nati seguía sin aparecer por esa puerta. En la tele aparece un anuncio de seguros. El nudo en el estomago se hace más insistente. Mira la bandeja del desayuno. De un salto se levanta, se pone sus pantalones y zapatillas de running, tira la bandeja de desayuno a la basura y garabatea una nota que deja en la mesa de la cocina.

Sale rápido del apartamento con las llaves en su bolsillo. Nati se despertó sobresaltada en esa cama extraña al oír un portazo. Se desperezó, y con la camisa de Dani a modo de vestido se dirigió a la cocina en busca de sus cosas. Encontró un papel garabateado: "Cuando te vayas cierra la ventana por favor".

Después de todo, el polvo no había sido para tanto.

1 comentarios:

Sweet Mischief dijo...

p*** cerdo. son todos igual de cobardes

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.