Soul of music.
astrid.rhys.jones@hotmail.com
martes, 22 de junio de 2010
Viajes sin retorno
-Pórtate bien.
-¿Y ahora qué he hecho?
-¡Nada! Tú nunca haces nada. Ése es el problema.-Ana se levanta furiosa. Sí, definitivamente Rick estaba raro. Se había puesto su minifalda más sexy y él ni siquiera había intentado meterle mano. Ana se fue dando un portazo.
Sonó el móvil de Rick.
-¿Sí?
...
-Sí, ya me lo han dado. De lo mejorcito. Ahora que ésta acaba de irse quizás me meta un par más.-Sonrió mientras sacaba su bolsita de la felicidad, de polvito blanco.-Tranquilo, ya sabes que yo controlo.
Colgó sin dar tiempo a replicar a Aarón. Qué sabría él que no había ido más allá de un simple porro, quizás debería enchufarse un par para olvidar a Reneé. No, no le vendría mal; pensó mientras preparaba su viaje a la felicidad temporal. Sin darse cuenta de que arruinaba su felicidad permanente. Pobre Rick, pobre Ana.
-¿Y ahora qué he hecho?
-¡Nada! Tú nunca haces nada. Ése es el problema.-Ana se levanta furiosa. Sí, definitivamente Rick estaba raro. Se había puesto su minifalda más sexy y él ni siquiera había intentado meterle mano. Ana se fue dando un portazo.
Sonó el móvil de Rick.
-¿Sí?
...
-Sí, ya me lo han dado. De lo mejorcito. Ahora que ésta acaba de irse quizás me meta un par más.-Sonrió mientras sacaba su bolsita de la felicidad, de polvito blanco.-Tranquilo, ya sabes que yo controlo.
Colgó sin dar tiempo a replicar a Aarón. Qué sabría él que no había ido más allá de un simple porro, quizás debería enchufarse un par para olvidar a Reneé. No, no le vendría mal; pensó mientras preparaba su viaje a la felicidad temporal. Sin darse cuenta de que arruinaba su felicidad permanente. Pobre Rick, pobre Ana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.
Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.
0 comentarios:
Publicar un comentario