Soul of music.


MusicPlaylistView Profile
Create a playlist at MixPod.com
astrid.rhys.jones@hotmail.com

domingo, 2 de mayo de 2010

El plan anti-plan

Realmente sigo sin entender por qué ni para qué hago yo planes ¡si nunca sale nada como quiero! Todo hay que decirlo, a veces me salen mejor, de tal manera que al día siguiente cuando me levanto de la cama tengo que llamar a algunos testigos para que vengan a declarar bajo juramento que todo pasó tal cual lo recuerdo, rellenen mis lagunas mentales y analizemos juntos minuto tras minuto la noche. Solo entonces me quedo tranquila. ¡Pero no siempre es así! Otras veces mi plan no es que no salga perfecto, es que fracasa estrepitosamente explotándome en la cara como una gran bomba; provocando que pase el día siguiente vagando por la casa con una manta sobre los hombros y un cuenco de cereales como consuelo.



El plan de ayer era sencillo: salir, beber y disfrutarlo. Salí y bebí, eso no me lo quita nadie. Pero lo de disfrutarlo ya es otra cosa.



Al principio todo iba más o menos bien, amigos y risas, muchas risas. Hasta que todo empezó a torcerse. Podría montar un drama y decir que entre unos y otros la liaron tanto que hubo malos rollos, miradas asesinas y lenguas de habla mortales a lo largo de toda la noche, así como algún que otro demasiado afectado por el alcohol que terminó más mal que bien la noche.



Pero entonces sería la dramática princesa que se desespera ante una mala noche. Y... me niego a eso. No, no y no. Porque ninguna de las veces que estuve a punto de optar por ponerme a gritarles a todos para que se comportaran vale una décima parte de lo mucho que me hicieron reír. Así que me pongo a nadar en las lagunas (¡y mares!) mentales de esta pasada noche y me ahogo de la risa. Porque quién me iba a decir a mí que me iba a poner gallita e iba a acabar diciéndole a un tío que me saca veinte centímetros de alto que si se iba a atrever a pegarme. O que iba a dejar que me torturaran garabateándome el antebrazo con una dedicatoria sincera y preciosa que tardará su tiempo en borrarse. O que en vez de cenar en el restaurante acabaría haciéndolo en la calle descojonándome de mí misma. O que dejaría que mi Yara me peinara y repeinara una y otra vez para luego encerrarnos en un baño de metro y medio por metro y medio para sacarnos fotos y más fotos.



No. Ninguna de esas miles de cosas entraba en mis planes. Y quizás fuera lo mejor. Si no no habrían tenido ni una pizca de gracia. Desde luego fue el plan anti-plan perfecto.



PD para anónimo: ¡me alegra muchísimo que te guste el blog! i´m sorry, no puedo poner la edad. Dices que te identificas con lo que escribo, es genial es uno de los objetivos ;) pero si dijera la edad quizás habría gente que dejaría de hacerlo perdería la magia, pasaría a ser demasiado mayor o demasiado joven... Besitos!


1 comentarios:

Anonymous dijo...

jaja entiendo! yo también he tenido un finde de ese estilo, solo que el mio ha sido terriblemente,,, malo! y los antiplanes o planes modificados suelen ser mucho mejor que los planes establecidos... :D un besito! me encanta leer tu blog, entro todos los dias!

Retazos de una vida pasada, pero no por ello menos válido.

Que no te engañen. No existen los cuentos de hadas, las princesas viven en cuentos de terror. Cuentos donde nadie dice lo que piensa, ni hace lo que desea; sino lo que se supone que tiene que decir y hacer. Allí, los vestidos y zapatos son incómodos, no dejan correr; ni vivir en realidad. Los príncipes no son tan buenos y no protegen, solo aprisionan y ahogan. Los dragones a su lado son una bendición, y es que por lo menos a esos puedes odiarlos. Porque el problema comienza cuando quien amas es quien te está matando por dentro.